CARTAS A DIOS
Esta película está Inspirada en una historia real, “Cartas a
Dios” es una íntima, conmovedora y paralizante historia de Un niño de diez años enfermo de cáncer, Oscar, que
vive sus últimos días en un hospital; tiene unos padres que no se atreven a
contarle la verdad, y que por ello pierden la confianza de su hijo; también hay
una galería de niños a veces son amigos, a veces enemigos que padecen las más
variadas enfermedades; y una gruñona vendedora de pizzas, Rose, que odia los
hospitales y la enfermedad y que reniega de los sentimientos, vengan de donde
vengan (de Oscar, de su novio, de sus hijos). Al principio pareciera ser un drama, trágico e incluso cruel, pero al
trascurrir la película, resulta ser una película emotiva, entrañable, divertida,
profundamente humana Y sorprendente. Es decir, en Cartas a Dios nada resulta ser lo esperado.
Por otra parte, la
malhumorada, malhablada y brusca Rose resulta ser un hada madrina para Oscar,
es decir, su confidente, su vía de escape, su cómplice y su maestra además de
campeona de lucha libre. Los días de vida que le quedan a Oscar no son de
veinticuatro horas sino de diez años, según el juego que le propone Rose: vivir
cada día como si fuese una década; el dolor y la enfermedad se transforman en
maravillosas experiencias, el primer amor de Oscar, los altibajos de la
adolescencia; su dolor, sus tristezas, sus
experiencias, el paso del tiempo, el miedo y el silencio se tornan
esperanza y palabras, en esas cartas que Oscar escribe a Dios comentando sus
penas y alegrías, y que cada mañana Rose ata en un globo de helio y suelta
hacia el cielo, bajo la iluminada mirada del niño. De este modo la muerte,
siempre presente, acaba siendo más vida para todos, porque ahora Dios entra en
juego.
Además es, precisamente, la escena
en la que Rose “secuestra” a Oscar en el interior de una torta gigante para
llevarlo a una iglesia y explicarle el sentido de la vida y del dolor ante un Cristo
crucificado, cuando la amistad, la complicidad, el
cariño sin fisuras va surgiendo entre el niño y su confidente la cual arrastra
sus propias penas, en sólo unos días es tan fuerte, tan intenso que, como ella
reconoce, “me ha cargado de amor para el resto de mi vida”; Y este es,
precisamente, el fin de la película: cargarnos de amor, de esperanza, de
generosidad, de verdad. En tal sentido, hay que ver la vida como es realmente,
frágil y efímera, para amarla más.
A pesar de lo que pueda
parecer, Cartas a Dios es una película optimista, que lleva un mensaje
tranquilizador, alegre. Que, a través de la imaginación, el humor y los
sentimientos sin caer en el sentimentalismo, dejan paso a una honda reflexión
sobre la muerte, la amistad y el amor. Igualmente, es honesta, tierna y
tremendamente humana.
Es decir, es una producción
llena de valores y de riquezas que van más allá de lo meramente visual. Plena,
sin necesidad de artificios. Por eso llena; y por eso hace pensar. Porque con
apenas tres actores, un par de escenarios y un guión honesto te remueven por
dentro como sólo pueden hacer las buenas obras.
En fin esta película deja
una clara reflexión que, hay que mirar cada día al mundo como si fuera la
primera vez, esta fue una maravillosa lección que Rose le enseño a Oscar y éste
aprendió con nota desde su primer encuentro.
Valores Que Trasmite La
Película:
Ø
Comprensión
Ø Bondad
Ø Fe
Ø Amor
Ø Generosidad
Ø Esperanza
Ø Verdad.
Ø Honestidad.
Ø Confianza.
Ø Amistad.
Ø Ternura.
Victor Rangel Noguera
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