lunes, 17 de octubre de 2011


CARTAS A DIOS



Esta película está Inspirada en una historia real, “Cartas a Dios” es una íntima, conmovedora y paralizante historia de Un niño de diez años enfermo de cáncer, Oscar, que vive sus últimos días en un hospital; tiene unos padres que no se atreven a contarle la verdad, y que por ello pierden la confianza de su hijo; también hay una galería de niños a veces son amigos, a veces enemigos que padecen las más variadas enfermedades; y una gruñona vendedora de pizzas, Rose, que odia los hospitales y la enfermedad y que reniega de los sentimientos, vengan de donde vengan (de Oscar, de su novio, de sus hijos). Al principio pareciera ser  un drama, trágico e incluso cruel, pero al trascurrir la película, resulta ser una película emotiva, entrañable, divertida, profundamente humana Y sorprendente. Es decir,  en Cartas a Dios nada resulta ser lo esperado.


Por otra parte, la malhumorada, malhablada y brusca Rose resulta ser un hada madrina para Oscar, es decir, su confidente, su vía de escape, su cómplice y su maestra además de campeona de lucha libre. Los días de vida que le quedan a Oscar no son de veinticuatro horas sino de diez años, según el juego que le propone Rose: vivir cada día como si fuese una década; el dolor y la enfermedad se transforman en maravillosas experiencias, el primer amor de Oscar, los altibajos de la adolescencia; su dolor, sus tristezas, sus experiencias, el paso del tiempo, el miedo y el silencio se tornan esperanza y palabras, en esas cartas que Oscar escribe a Dios comentando sus penas y alegrías, y que cada mañana Rose ata en un globo de helio y suelta hacia el cielo, bajo la iluminada mirada del niño. De este modo la muerte, siempre presente, acaba siendo más vida para todos, porque ahora Dios entra en juego.
 Además es, precisamente, la escena en la que Rose “secuestra” a Oscar en el interior de una torta gigante para llevarlo a una iglesia y explicarle el sentido de la vida y del dolor ante un Cristo crucificado, cuando la amistad, la complicidad, el cariño sin fisuras va surgiendo entre el niño y su confidente la cual arrastra sus propias penas, en sólo unos días es tan fuerte, tan intenso que, como ella reconoce, “me ha cargado de amor para el resto de mi vida”; Y este es, precisamente, el fin de la película: cargarnos de amor, de esperanza, de generosidad, de verdad. En tal sentido, hay que ver la vida como es realmente, frágil y efímera, para amarla más.


A pesar de lo que pueda parecer, Cartas a Dios es una película optimista, que lleva un mensaje tranquilizador, alegre. Que, a través de la imaginación, el humor y los sentimientos sin caer en el sentimentalismo, dejan paso a una honda reflexión sobre la muerte, la amistad y el amor. Igualmente, es honesta, tierna y tremendamente humana.
Es decir, es una producción llena de valores y de riquezas que van más allá de lo meramente visual. Plena, sin necesidad de artificios. Por eso llena; y por eso hace pensar. Porque con apenas tres actores, un par de escenarios y un guión honesto te remueven por dentro como sólo pueden hacer las buenas obras.
En fin esta película deja una clara reflexión que, hay que mirar cada día al mundo como si fuera la primera vez, esta fue una maravillosa lección que Rose le enseño a Oscar y éste aprendió con nota desde su primer encuentro.

Valores Que Trasmite La Película:
Ø  Comprensión
Ø  Bondad
Ø  Fe
Ø  Amor
Ø  Generosidad
Ø  Esperanza
Ø  Verdad.
Ø  Honestidad.
Ø  Confianza.
Ø  Amistad.
Ø  Ternura.




Victor Rangel Noguera

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